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Accidentes laborales mortales en obras de edificación. Cómo evitarlos

En 2020, los accidentes laborales causaron 708 muertes en nuestro país, 13 más que en 2019 (una subida del 1,9%), y ello a pesar del parón de la actividad y de la reducción de la movilidad debido a la pandemia. Según los datos de siniestralidad laboral publicados por el Ministerio de Trabajo, la mayoría de ellos, 595, se produjeron durante la jornada laboral. De esta cifra, 102 (el 17,4%) corresponden al sector de la construcción, en donde, a diferencia del resto de sectores, se ha producido una bajada en términos absolutos de los accidentes laborales mortales, en concreto, de un 12,8% el pasado año. El índice de incidencia ha caído un 11,1%, frente al considerable aumento de los accidentes laborales mortales en el sector agrario y la industria (del 64 y del 22% respectivamente).


De los 102 accidentes mortales ocurridos en el sector en 2020, 56 tuvieron lugar en actividades de construcción especializada, 7 en ingeniería civil y los 38 restantes en la construcción de edificios, donde han disminuido más de un tercio, siendo el subsector que ha manifestado una mayor bajada en términos absolutos (superior al 32%).

A pesar de esta mejora en las cifras, no hay que bajar la guardia e incrementar las medidas preventivas encaminadas a reducir la siniestralidad laboral, incidiendo en los datos que se reflejan en las estadísticas, principalmente, en relación a las caídas en altura.

Según el Anuario de Estadísticas Laborales, las caídas a distinto nivel provocan más del 16% de los accidentes mortales, que se producen en trabajos en tejados y cubiertas, huecos exteriores o interiores y andamios, fundamentalmente. En este sentido, la Fundación MUSAAT ha publicado el libro Guía para la elección de sistemas de protección individual contra caídas para el coordinador de seguridad y salud en construcción. Con esta guía, se pretende facilitar al técnico de edificación (proyectista, redactor del estudio de seguridad, coordinador de seguridad o responsable de obra) unos criterios prácticos para la elección de los sistemas de protección individual contra caídas (SPICC), en función de la fase de obra o tipo de trabajo, y una vez evaluado el riesgo de caída.

En numerosas ocasiones, pese a primar los medios de protección colectiva (tales como barandillas y algunos tipos de redes de protección -redes verticales, líneas de vida, etc.-) frente a los individuales, hay factores que hacen necesario el uso de protecciones individuales para proteger el riesgo de caída en altura. En este caso, la guía de la Fundación MUSAAT ofrece información que facilita la decisión acerca del sistema de protección individual contra caídas más adecuado.

La Fundación MUSAAT nació con el compromiso de dar respuesta a la necesidad de emprender, incentivar y fomentar iniciativas que conduzcan a una mejora de la siniestralidad, tales como la prevención de accidentes laborales y una mayor calidad en la edificación. Desde su constitución, en 2007, la Fundación ha desarrollado numerosas iniciativas en pos de aumentar la prevención y la seguridad en el sector de la edificación. Entre ellas, destaca su investigación sobre los factores relacionados con los accidentes laborales mortales en el sector, apoyada en documentación y datos aportados por distintos Colegios Profesionales de la Arquitectura Técnica, partes de comunicación de daños recibidos en MUSAAT o informes de peritajes de acción rápida llevados a cabo por la Mutua.

Los autores de esta investigación apuntan como causas de los accidentes a los factores personales/individuales, las condiciones de los espacios de trabajo y la organización del trabajo y afirman que existe una falta de cultura preventiva en todos los niveles de la estructura productiva del sector, desde el trabajador hasta la gerencia. Para subsanarla, proponen a las empresas del sector intensificar el seguimiento y control de todos los trabajos de albañilería y el trabajo en altura, con implicación de todos los agentes que intervienen en el proceso edificatorio. También constatan una carencia de formación, por lo que creen necesario instaurar en el sector un sistema reglado de cualificaciones profesionales que asegure la adecuada y suficiente formación del personal.

Al hablar de prevención de riesgos laborales en el sector de la construcción, el Coordinador de Seguridad y Salud (CSS) es una de las figuras más importantes, indispensable para que se mantengan los principios preventivos dentro de dicha actividad empresarial. En nuestro artículo del blog “El papel del coordinador de seguridad y salud en las obras de construcción” se recoge toda la información sobre las funciones de este técnico.