La base para que cualquier elemento constructivo de hormigón tenga un buen acabado visto es el cálculo del encofrado como soporte de dicho elemento. En el caso de las losas, es fundamental tener en cuenta el canto de losa, peso propio, sobrecarga de uso y la base donde apoyará dicho encofrado.
Con la obtención de este cálculo y su relación con el tipo y espesor de tablero fenólico tendremos un soporte resistente para ejecutar la losa.
La dirección de colocación del tablero determinará el replanteo de las vigas de las «secundarias» (vigas de planchada donde irá clavado el tablero) y de las «primarias» (vigas inferiores donde apoyan las secundarias).
Una vez se haya colocado el tablero, se realizará el replanteo del armado de la losa para colocar los separadores que, dependiendo del peso del armado de la losa, serán de hormigón, pvc o acero resistente a la corrosión.
Las zonas que habrá que tener más en cuenta a la hora de la ejecución de losas vistas son las juntas de hormigonado ya que, en superficies muy grandes en las que no sea posible hormigonar en el mismo día y donde no existan juntas de dilatación por cálculo de la estructura, se realizarán según el siguiente detalle.
El tubo de PVC de 20×20 mm será anclado al tablero fenólico y será primordial para marcar la línea exacta donde existirá la junta. Siempre que se pueda ejecutar en la junta de dos tableros, se disimulará mucho más (aquí tenemos varios ejemplos donde se aprecian las juntas en losas vistas).
El material que tendrá la función de soportar y ser a la vez rugoso, para ejercer el agarre idóneo con la siguiente fase de hormigonado, será el NERVOMETAL. Se trata de una malla de acero galvanizado laminado en frío que, ayudado por barras corrugadas en vertical, realizará la función de encofrado perdido de la losa en su dirección vertical (siempre perpendicular a la dirección del armado). Por consiguiente, la siguiente fase de hormigonado se podrá realizar sin quitar ningún tipo de encofrado entre el armado superior e inferior de la losa.
Entre las dos fases de hormigonado solamente será necesario retirar fácilmente el tubo de pvc de 20×20 mm en la parte inferior de la losa y limpiar la superficie del tablero de cemento.
La delimitación de la losa con escaleras, huecos y aleros será realizada con una tabica de madera que, dependiendo del canto de la losa, será reforzada con vigas de madera tipo PERI GT (con alma de celosía o de alma llena) desplome de la tabica.
Los encuentros de los tableros horizontales y verticales de las tabicas serán sellados con espuma de poliuretano en la zona exterior, evitando así que el hormigón pierda el agua necesario para su terminación óptima.
La parte fundamental después de la ejecución de los pasos anteriores es la fase de vertido de hormigón, ya que será el material que tenga la función estructural del edificio y su elaboración en planta tendrá que ser comprobada en obra antes de su vertido y durante el mismo, llevando a cabo labores de vibrado conforme se vaya echando.
Es importante que, para losas donde la cuantía de acero sea muy elevada, la consistencia del mismo sea fluida. Así, evitaremos la aparición de coqueras en aquellas zonas donde la separación entre armaduras sea mínima.
Con los trabajos precisados y explicados en este artículo se obtienen resultados idóneos cuando se ejecutan losas de hormigón vistas.
En elementos estructurales verticales como son pantallas, pilares, muros de contención, etc. los trabajos serán más cuidadosos incluso, ya que normalmente el soporte sobre el que se apoyan los elementos de encofrar es más irregular y los empujes que soportan los encofrados son mayores.
Las terminaciones del hormigón (después de haber desarrollado todas las fases anteriores) tendrán un aspecto limpio y sólido.
Benjamín Torrejón Pascual
Proyect Manager – Jefe Departamento de Obras Desguaces la Torre, S. A.