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Perfil de los profesionales que contratan un seguro de Responsabilidad Civil

Toda profesión cuenta con riesgos inherentes al desarrollo de su actividad. Durante el desempeño de su trabajo, los profesionales pueden cometer errores, omisiones o negligencias que generen un perjuicio económico, personal o material a un tercero. La Responsabilidad Civil es la obligación de indemnizar esos daños o perjuicios que pueden ocasionarse. Para cubrirse ante las posibles reclamaciones derivadas de esta responsabilidad y poder hacer frente a las consecuencias económicas que suponen, los profesionales contratan pólizas de seguro de Responsabilidad Civil.


Así, el contrato de seguro tiene como finalidad salvaguardar el patrimonio del asegurado. La compañía de seguros asumirá, dentro de las condiciones del contrato, el coste de las indemnizaciones, gastos jurídicos y costas judiciales que se pudieran derivar de las reclamaciones que reciba el profesional, que de esta forma, y mediante el pago de la correspondiente prima, se protege frente a los riesgos existentes que, cuando se materializan en un siniestro, provocan consecuencias que se pueden evaluar económicamente.

El seguro de Responsabilidad Civil Profesional no sólo es una garantía para el asegurado, sino también para quienes contratan sus servicios ya que, de no ser así, el profesional tendría que responder con su propio patrimonio cuando hay sentencia en firme de un juez por negligencia profesional. Por tanto, ejercer una profesión sin tener el respaldo de un buen seguro de Responsabilidad Civil Profesional implica un riesgo que puede llegar a ser muy elevado, dependiendo de las características de cada actividad.

Seguro obligatorio. La Administración es la encargada de fijar los supuestos que deben contar con el Seguro de Responsabilidad Civil, entre ellos, destacan:

  • Profesionales, personas jurídicas o entidades sanitarias en el ámbito privado.

  • Abogados y corredores de seguros.

  • Profesionales financieros y administradores concursales.

  • Técnicos y empresas dedicadas a la conservación de ascensores.

Aunque existen otras muchas profesiones a las que no se les exige un seguro de Responsabilidad Civil, la tipología y la cuantía de las reclamaciones que pueden recibir los profesionales hace muy conveniente contar con una póliza que responda por ellos en caso de recibir alguna. Este es el caso de los Arquitectos Técnicos, arquitectos, ingenieros industriales, ingenieros técnicos, ingenieros agrícolas, biólogos, promotores y constructores, autopromotores, tasadores, peritos, etc. La lista es muy larga, pero hay que recordar que cualquier profesional puede recibir una reclamación por daños o perjuicios por el desempeño de su trabajo, ya que nadie está exento de cometer un error. Reclamaciones que no solo afectan a los profesionales que se dedican al ejercicio libre, sino también a quienes trabajan por cuenta ajena en cualquier tipo de empresa o pyme. Por lo que, en cualquier caso, conviene tener adecuadamente cubierta la responsabilidad civil profesional.

De hecho, en lo que respecta a los agentes de la edificación, en algunas comunidades autónomas (País Vasco, Cataluña o Andalucía) es obligatorio que dispongan de un seguro de responsabilidad civil para ejercer su actividad (ver el artículo del blog: He terminado los estudios de grado y empiezo a trabajar, ¿necesito un seguro?).

Un seguro de Responsabilidad Civil Profesional marca la diferencia entre realizar tu trabajo tranquilo o con la incertidumbre de pensar en qué pasará si te llega una reclamación si cometes un error

Cada profesión requiere tener un tipo de seguro diferente que se adapte a sus necesidades y es importante, por tanto, adecuar la póliza a cada perfil profesional con las coberturas necesarias en cada caso, que dependerán tanto de la actividad que desarrolle cada colectivo, como de las reclamaciones a que se puedan ver sometidos con mayor frecuencia. Por ejemplo, en el caso de un Arquitecto Técnico o un arquitecto estará cubierta su responsabilidad por los defectos constructivos que presente la propia obra, así como los daños que esos defectos constructivos puedan ocasionar a terceros; en el caso de un abogado, el seguro cubrirá su responsabilidad como administrador de fincas, asesor jurídico, fiscal, etc.

La principal cobertura del seguro de Responsabilidad Civil es la de hacer frente, por cuenta del asegurado, a la indemnización necesaria para la reparación de cualquier daño causado en el ejercicio profesional, pero normalmente incluye otras coberturas adicionales como la defensa jurídica, fianzas, indemnización por inhabilitación profesional o pérdida de documentos.

MUSAAT cuenta con un seguro de Responsabilidad Civil con coberturas adaptadas a cada tipo de profesión, un sistema de protección, seguridad y tranquilidad frente a los riesgos, que se encargará de hacer frente a los daños causados involuntariamente por acción u omisión del asegurado a terceros como consecuencia del desempeño de su trabajo, así como de los perjuicios que de ellos se pudieran derivar. La Mutua es capaz, por su amplia experiencia en el sector, de ofrecer la mejor defensa, a través de su red propia de abogados y tramitadores y se encargará de proteger el patrimonio del asegurado, asumiendo el coste de las indemnizaciones, gastos judiciales y costas que se pudieran derivar de las reclamaciones dirigidas a los asegurados, dentro de las condiciones del contrato.